T. vaginalis es
un parásito de transmisión sexual de ciclo biológico directo. Sólo presenta
formas flagelares o trofozoítos, no existiendo ninguna forma de resistencia o quiste
en su ciclo vital.
Trichomonas vaginalis no puede
vivir sin estar en contacto con los tejidos vaginales, uretrales o prostáticos
(ciclo biológico). Por tanto, fuera del cuerpo humano este parásito muere con
facilidad, ya que no tolera la luz solar directa, la desecación o temperaturas
superiores a 40 ºC. El parásito también muere si está en el agua por un período
superior a 30 minutos.
La
vagina de la mujer presenta en condiciones normales pH alcalino, pero durante
la menstruación el pH se torna ácido y toma valores próximos a 4,5. Es entonces
cuando se puede desencadenar la infección, ya que le es el medio más favorable
de vida, alimentándose aquí de bacterias y de leucocitos.
El transporte del parásito entre las mucosas en el
acto sexual se hace mediante las secreciones de quienes participan en él como
el flujo vaginal, el líquido preseminal y el semen. Una vez que el parásito
invade la mucosa genital, tiene preferencia por localizarse, en el caso de la
mujer, en las glándulas de Bartholino y parauretrales y en sus secreciones,
además de la vagina y el cérvix.
En el hombre coloniza principalmente el surco
balano-prepucial, las glándulas prepuciales, la uretra prostática y las
vesículas seminales. Una vez que el trofozoíto se encuentra en la mucosa, se
reproduce mediante fisión binaria longitudinal con un período de incubación que
oscila entre 4 y 28 días, la membrana nuclear se mantiene y los
microtúbulos se polarizan en dos orgánulos llamados atractóforos, que realizan
el papel de los centrosomas. La división comienza con la duplicación
de las estructuras
cinetosomales, seguida de la división del núcleo mediante mitosis el crecimiento se da con la presencia de sales de hierro, como las
que se encuentran en la sangre menstrual, y de la glucosa, presente en el
epitelio vaginal durante la edad fértil.
El ser humano es el único hospedero de T. vaginalis
y su trasmisión, por lo general, es por contacto sexual, aunque se ha
demostrado que también es posible mediante el uso de fómites y ropa interior,
porque el parásito puede sobrevivir en la orina durante tres horas y en el
semen durante seis horas. Además, se han encontrado parásitos vivos y con
capacidad de infectar en inodoros, piscinas y zonas húmedas, tras 24 horas a 35
ºC.
Comentarios
Publicar un comentario