DIAGNÓSTICO



En el caso de la mujer, la muestra de elección para la búsqueda del parásito es el fluido vaginal, mientras que en el hombre lo es el semen, por su mayor sensibi­lidad. (36,37), aunque los métodos diagnósticos para este grupo son más limitados (38). El método más apropiado, debido a su sensibilidad (98%) y especifici­dad (100%), es el cultivo en los caldos de Roiron y de Diamond. Para evitar el crecimiento de otros microor­ganismos se añaden al caldo antibióticos y fungicidas. Es un proceso de bajo costo y solo es necesario un inóculo de 300 a 500 tricomonas/mL. El mayor incon­veniente es el tiempo de incubación, que oscila entre dos y siete días.
Otro dispositivo para cultivar T. vaginalis, con sensibilidad del 87% y especificidad del 100%, es el InPouch® TV, que ofrece ventajas como su facilidad de manejo y su capacidad de inhibir el crecimiento de levaduras, mohos, bacterias y otros microorganismos comensales; este método es más eficaz que el examen microscópico directo y se con­sidera que es la técnica más barata, rápida y fácil de llevar a cabo cuando se utiliza en orina o en muestras de exudado vaginal o uretra; el rendimiento de esta prueba depende del entrenamiento de la persona en­cargada de hacerla, y se debe realizar idealmente en las primeras dos horas de obtenida la muestra, pues T. vaginalis pierde movilidad con el correr del tiempo, dificultando así su reconocimiento.
La reacción en cadena de polimerasa (PCR) ha dado resultados satisfactorios en secreción vaginal y orina, con altas sensibilidad y especificidad, pero es un método con grandes limitaciones debido a su alto costo.
En el caso de desearse investigar la presencia de T. vaginalis en orina, se deberá recolectar en frasco limpio (en lo posible estéril) el primer chorro de la primera orina matinal, ya que el flagelado puede producir uretritis, especialmente en el varón, y lo que se pretende con esta recolección es arrastrar el parásito que está en uretra hacia el exterior; pero si se recolecta toda la orina, el parásito quedará “diluido” y por lo tanto disminuye la probabilidad de hallarlo. Además, la orina no es el medio más adecuado para que el flagelado se conserve con movimiento. Una vez en el laboratorio, la orina se deberá centrifugar durante 3 min a 1500 rpm o bien 2 min a 3000 rpm (igual que para un sedimento urinario) y luego observar entre porta y cubreobjetos con 10X y 40X, pudiéndose observar al flagelado con sus típicos movimientos de rotación y traslación

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